Nada menos que seis años después de su fallecimiento en Barcelona el 15 de diciembre de 1909, a los 57 años, los restos mortales del guitarrista y compositor vila-realense Francisco Tárrega Eixea viajan hasta su tierra. El sábado 18 de diciembre de 1915, El Clamor anuncia así su llegada a la ciudad de Castellón, donde su féretro es instalado en el salón de plenos del Ayuntamiento, «convertido en capilla ardiente». Allí será velado durante la noche «por dependientes del municipio y la familia Tárrega». En la noticia se anuncia asimismo para el día siguiente, domingo, a las 10.30 h, «el solemne acto de ser trasladados los restos al cementerio público» de la ciudad.
El lunes 20, Heraldo de Castellón le dedica una portada histórica, con un titular a seis columnas, subrayando el carácter memorable del «homenaje del pueblo de Castellón a Paco Tárrega». La crónica narra con detalle la jornada, con sus diferentes momentos y discursos, e incorpora un poema de Vicente Sarthou Carreres, leído por su hermano el juez e historiador Carlos Sarthou, con el título La guitarra sola.
Por su parte, El Clamor, además de incluir una ilustración de Tárrega tocando la guitarra, realiza un repaso de todos los representantes de entidades públicas y privadas que asisten al homenaje, destacando lo «imponente» de la manifestación.



