A comienzos del siglo XX, menudean en la prensa castellonense las noticias sobre el retraso del aprovisionamiento de los estancos, poniéndose el acento en la consiguiente desesperación de los fumadores. Así, en noviembre de 1920, Heraldo de Castellón da cuenta de la larga espera -«veinticinco días bien contados»- sin saca de tabaco. Llegado el gran día, el diario cuenta en términos poco menos que épicos las condiciones en que los fumadores sobrellevan las colas a las puertas de los estancos.

