El impacto del creciente tráfico urbano deja huella en los periódicos de los años 50. A mediados de octubre de 1955, Mediterráneo recoge cómo el Ayuntamiento de Castellón «advierte al público» de que «se multará a los peatones» que crucen las calles de forma indebida según el código de circulación, puesto que «han sido previamente señalados» los lugares con más tráfico. Además, a partir del 1 de noviembre, los infractores habrán de hacer efectivo «en el acto» el abono de la multa correspondiente «al Agente de la Autoridad».

