La condena de Miguel de Unamuno a 16 años de prisión y 1.000 pesetas de multa por injurias a la Corona, tras atacar a Alfonso XIII en el periodico El Mercantil Valenciano -hoy Levante-EMV– genera en septiembre de 1920 una campaña en su defensa a nivel nacional que también encuentra eco en Castellón. Unamuno, que cobra del diario valenciano 75 pesetas por cada colaboración, había publicado un artículo titulado Antes del diluvio, en el que se leía: “Truena aquí sobre el trono. Y está rodeado de avestruces con sus cabezas bajo las alas”.
Como consecuencia se produce el inmediato proceso del autor. Solo 9 jornadas después de leída la sentencia, El Clamor recoge la noticia del apoyo a dicha campaña por parte de una «peña» del céntrico Café Suizo castellonense, que muestra su «protesta» telegrafiando a Luis Simarro, quien a su vez lidera la iniciativa. Simarro, psicólogo clínico de origen setabense y masón de alto rango, morirá al año siguiente tras movilizar a numerosas logias en defensa de Unamuno desde la Liga Española para la Defensa de los Derechos del Hombre.

