Las obras del Teatro Principal interfieren con las de la ‘Panderola’ (18.09.1890)

«Los abusos de la empresa del tranvía» -es decir, de la popular Panderola– son continuo objeto de atención desde los inicios del servicio. Poco después de cumplirse dos años de su estreno en agosto de 1888, El Clamor de Castellón se lamenta en septiembre de 1890 por «las contemplaciones que se guardan con una sociedad para quien son letra muerta los reglamentos de policía urbana». El periódico recuerda que once meses antes «se fijó a la empresa el plazo de diez meses para dejar terminadas todas las obras definitivamente, y efectivamente, ni las ha empezado siquiera». Es decir, hay una parte del trazado urbano del transporte de vía estrecha que aún no es definitivo.

El caso es que «tiene necesidad el ayuntamiento de ocupar parte del trazado provisional [del tranvía] con motivo de las obras de cimentación del teatro y el arquitecto municipal [Godofredo Ros de Ursinos], sin previo acuerdo de la corporación, señala otro nuevo trazado, también provisional, por la misma calle de Ximénez, pero teniendo en cuenta solo los intereses de la empresa y para nada los del público». El resultado: «pasan días y más días amontonadas sobre las aceras las tierras removidas e imposible o muy expuesto el tránsito público» por dicha calle. El periódico dice que volverá a llamar la atención de la alcaldía -ocupada por Vicente Meliá Dolz– y avisa: «a la tercera seremos más explícitos». No será la última vez en que el arquitecto municipal sea objeto de las críticas de la prensa local por las obras del coliseo de la plaza de la Paz.

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