Torrechiva, una niña francesa y unos padres biológicos que reaparecen al cabo de 15 años (15.09.1905)

«La odisea de una joven que a los 15 años de haber vivido en el pueblecillo de Torrechiva, creyéndose la hija del secretario del ayuntamiento de dicho pueblo» es recuperada por sus padres biológicos franceses ocupa la portada de Heraldo de Castellón a mediados de septiembre de 1905.

El periódico tilda el caso de «curioso suceso» y explica con detalle las peculiaridades del mismo. Su corresponsal, Armando, relata una «patética historia» que «parece más bien un cuento fantástico» y que arranca en 1890 en Barcelona. Unos padres franceses que deben viajar a Túnez temporalmente dejan a su hija, aún bebé, en manos de una nodriza y a los que cuatro años después llegan los ecos de una enfermedad que parece fatal para la pequeña. Se pierde la comunicación pero la niña se recupera felizmente y diez años después, encontramos a la familia adoptiva en Torrechiva y a la biológica en Marsella. El secretario municipal de la localidad castellonense, Enrique Santaolaria, es el padre adoptivo de la joven, que se llama Margarita Arniaud. «La necesidad de legalizar el estado civil de la joven Margarita» lleva a buscar noticia de sus padres biológicos, lo que lleva «al esclarecimiento de su misteriosa existencia».

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