La noche de San Zacarías -6 de septiembre- de 1890 pasa a la historia de Castellón de la Plana por una gran manifestación pacífica contra el traslado a Tarragona del ingeniero jefe provincial, Leandro Alloza Agut, decidido por el Gobierno. Han pasado ocho años desde 1882, cuando se produce su nombramiento como Hijo Predilecto de la ciudad al alimón con el alcalde Vicente Ruiz Vila, tras la aprobación por el Ejecutivo del anteproyecto del Puerto de Castellón, obra de Alloza.
Pocos días antes, en agosto, ha sido nombrado ingeniero jefe de Caminos, Canales y Puertos de Castellón, pero dos días después, su nombramiento es revocado y se decide su traslado a Tarragona. No obstante, su sustituto –Juan Llanas– solo dura unos meses en el cargo, puesto que la presión ciudadana logrará el retorno de Alloza a fin de año. El 11 de septiembre, el republicano El Clamor de Castellón destaca la dimensión de la movilización popular del día 6 y las reacciones políticas, que alcanzan el ámbito nacional, con protagonismo del segundo duque de Tetuán, Carlos O’Donnell, líder nacional del Partido Conservador que en Castellón tiene como líder a Victorino Fabra Gil, cabecilla del Cossi que domina la política provincial. El periódico habla abiertamente de «motín» para referirse al carácter de la manifestación en defensa de Alloza:



