El primer día de julio de 1925, Diario de Castellón recoge en una larga pieza de su portada la noticia del fallecimiento «en una catástrofe automovilista» de uno de los fundadores de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón «y fundador también de la Cámara de la Propiedad Urbana», Ricardo Catalá Abad. Un cuarto de siglo atrás, en 1900, junto a Luis Giner y Joaquín Márquez, Catalá había constituido el primer Consejo de Administración de la entidad, que en las décadas siguientes tendrá un papel clave en la economía castellonense, cuando la agricultura es hegemónica en la economía local y provincial.
El periódico aporta numerosos detalles -incluso muy escabrosos- del accidente que causa la muerte de Catalá, que conduce el vehículo de regreso de «un día feliz» de excursión a Sant Pau de Albocàsser y tratando de llegar al Grao de Castellón a tiempo de asistir a la procesión general de las fiestas de Sant Pere. La noticia se completa con los datos del funeral y posterior entierro del finado.
El pintor Vicent Castell Doménech inmortalizó a Ricardo Catalá en este retrato, conservado por la Fundación Caja Castellón:


