Tres años después de que Nueva York acogiera la primera proyección comercial de películas con sonidos completamente sincronizados, en abril de 1927, Diario de la Mañana anuncia el estreno del «cine sonoro» en Castellón, gracias a «los señores Renau, propietarios del distinguido Salón Royal», inaugurado en 1920 por Vicente Renau Torrent en la calle Enmedio. El periódico celebra que esta «nueva modalidad» se instale «con carácter permanente» e informa a sus lectores de que la primera película con sonido vista en la capital de la Plana ha sido la «pintoresca» La canción de París. Solo hay un pero: «por tratarse de películas extranjeras no se entiende a los personajes». En la década de los 30 irán apareciendo los primeros estudios de doblaje en Madrid.
El éxito del sonido en la gran pantalla, no obstante, es fulgurante. El 9 de enero de 1931, el propio Diario de la Mañana publica este anuncio, en el que se da cuenta de la adaptación de los horarios del autobús de la compañía Lacorte para que los vecinos de Vila-real y Almassora «puedan asistir por la tarde a las sesiones de cine sonoro del Royal y tener asegurado el regreso».
Poco más tarde, la novedad del cine sonoro se hará extensiva al Salón Doré, en la plaza de la Paz, como informa Heraldo de Castellón el 23 de marzo de 1931. Lo hará con otro «éxito sin precedentes»: las localidades se agotan «ya por la novedad, ya por la economía en los precios señalados».




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