La sustitución del cultivo del cáñamo por el de la naranja como producto predominante de la Plana, a caballo de los siglos XIX y XX, convierte el solar del viejo Gremio de Sogueros en punto de interés desde el punto de vista urbanístico. En 1925, el plan general de ordenación redactado por el arquitecto Vicente Traver Tomás propone la reordenación del Huerto de Sogueros, entre otras muchas acciones. Sin embargo, el plan no se lleva a cabo, aunque al año siguiente, 1926, el Ayuntamiento aprobará la apertura de una vía desde la travesia del Obelisco de Ribalta hasta el monumento al Rey don Jaime en la plaza que lleva su nombre, como explica Ferran Olucha en la publicación Castelló, paisatge d’una ciutat (Colla Rebombori, 2002).

Tras años de parálisis del proyecto, tras la Guerra Civil asume la alcaldía el propio Traver, quien el 1 de julio de 1939 anuncia que el consistorio ya es el propietario de los terrenos, agradeciendo el «desinterés» de los sogueros, a quienes a cambio se les da un solar junto al matadero municipal en el actual polígono Rafalafena. El alcalde habla del proyecto de establecer la estación de autobuses en la futura plaza, y entre los planes municipales llegará a estar la idea de situar allí también el Banco de España y hasta un hotel, proyectos que no llegarán a fraguar. No obstante, en abril de 1940, Mediterráneo publica este plano-anuncio de la venta de solares:

Con los trabajos de urbanización en marcha, en abril de 1944 el Ayuntamiento adquiere la línea de casas con porches (números 69, 70, 71, 72, 73 y 74 de la plaza del Rey, que la separaban de Huerto Sogueros), para derribarlas. Durante el año 1949, esta transformación urbana se paraliza al ubicarse provisionalmente el mercado por las obras en la plaza Mayor para la construcción del Mercado Central, que se inaugura en vísperas de esa misma Navidad. Ya en los 50, cuando el consistorio derriba varias manzanas para la definitiva configuración de la avenida del Rey, el viejo solar de Huerto Sogueros tomará una nueva fisonomía: entre 1950 y 1952 se alza el edificio del Instituto Nacional de Previsión, que abrirá sus puertas en 1954 como centro de asistencia sanitaria en 1954 con el nombre de Consultorio Falangista Miró, aunque popularmente se le conocerá como la Casa Gran o Huerto Sogueros. En 1952 se ha pavimentado la plaza. Y tres años más tarde, en 1955, se construye el edificio de Hacienda. En 1958, precisamente enfrente se levantará el complejo de viviendas de la Cooperativa de San Cristóbal, sobre el solar inicialmente pensado para la estación de autobuses.

Entre las transformaciones urbanas posteriores destacan la supresión del tráfico por el interior de la plaza y en 1986, el cambio de nombre del centro sanitario, hoy denominado Centro de Especialidades Jaume I. Asimismo, tras el traslado de la Delegación de Hacienda en 2006, su antiguo edificio será remodelado y reinaugurado en 2017 como espacio cultural, recibiendo el nombre de Menador, en homenaje a uno de los oficios del viejo Gremio de Sogueros.