La publicación a comienzos de 1930 de Las calles de Castellón por parte de Vicente Gimeno Michavila, secretario de la Diputación de Castellón que había sido asesor municipal y cronista oficial de la ciudad, merece los elogios del crítico literario del rotativo madrileño El Sol (que firma R. H.), en su edición del miércoles 12 de marzo. Dos días después, Heraldo de Castellón se hace eco de las alabanzas y felicita al autor de la obra:
En su texto, R. H. elogia la «utilidad pedagógica» del libro de Gimeno Michavila y alaba su «indudable mérito si se tiene en cuenta que está destinado a los niños de las escuelas castellonenses», recordando demás que la obra había sido premiada en los Juegos Florales de lo Rat-Penat de Valencia.


