El casco urbano principal de Castellón estrena alumbrado público eléctrico en 1897 de la mano de las empresas Sala, Ricart y Cía., por un lado, y de Viuda de Francisco Estela, Bort y Cía., por otro. Sin embargo, el distrito marítimo ha de esperar hasta 1915 para conocer este avance. A mediados de febrero de este año, el «corresponsal en el vecino caserío marítimo» de El Clamor informa sobre el «hermoso espectáculo» que ofrece la calle de Buenavista la noche de las pruebas pertinentes: «todo el vecindario estacionado en ella, esperaba impaciente que el electricista colocara la primera lámpara, anunciadora de que en el Grao íbamos a disfrutar de uno de los progresos de la civilización». Entre alusiones a la «emoción» vivida y el «aplauso» al Ayuntamiento por la iniciativa, se anuncia también que en los próximos días «se verificarán» las mismas pruebas en todas las calles del Grao «ostentando las lámparas sus correspondientes pantallas que no se emplearon ayer por no haberlas recibido».