El fundador y propietario de Heraldo de Castellón, José Castelló y Tárrega, es también concejal del Ayuntamiento de Castellón en febrero de 1905, cuando envía cartas a sus compañeros de la prensa «interesándoles en favor de la Asociación de todos los que aquí se dedican al periodismo para fomentar el espíritu de solidaridad entre los individuos de tan meretísima clase y atender al compañero necesitado». Desde las páginas de su propio periódico, este «pensamiento» se juzga de forma más que favorable: «no puede ser más interesante y oportuno», de forma que la cabecera «se asocia incondicionalmente a la iniciativa de su propietario». Las primeras adhesiones son las del «ilustrado y activo corresponsal de El Imparcial«, Agustín Catalá, y la de Enrique Ferrando.
No obstante, y aunque el periódico considera «de creer» que «no se harán esperar mucho» las adhesiones de los restantes colegas, la Asociación de la Prensa aún tardará seis años más hasta ser constituida en 1911. Y eso que nada menos que 11 años antes, en abril de 1894, ya se había constituido por los directores de los periódicos locales un Sindicato de la Prensa de Castellón, como recogería con detalle en su edición del 14 de abril El Tradicionalista.

