Los lectores del Diario de la Mañana reciben a comienzos de diciembre de 1929, entre otras noticias generadas por la Comisión Municipal del Ayuntamiento de Castellón, el acuerdo adoptado por los concejales para «girar una visita a las calles de la población para ver cuales están sin rotular y, en su vista, proponer nombres para las mismas».
La decisión es tomada por el alcalde José Pascual Viciano -que en julio ha reemplazado a Manuel Lillo Roca, cesado por el gobernador civil- junto a los tenientes de alcalde Eduvigis Tena Pastor, Tomás Sales Belenguer y Lorenzo Ferrer Aparicio y el concejal Juan Bausá Flors.

