A comienzos de noviembre de 1894, El Clamor de Castellón publica la noticia de la colocación, «conforme estaba anunciado», de la primera piedra de la iglesia de la Trinidad «con el donativo del malogrado don Juan Cardona» Vives. Al acto asiste el obispo de Tortosa, Pedro Rocamora García junto al clero parroquial, el gobernador Tomás Pérez Pérez y el Ayuntamiento «con el alcalde [Eliseo Soler Breva] a la cabeza».
La noticia se ha hecho esperar, pues inicialmente se había programado la colocación de dicha primera piedra para el 8 de abril, es decir, siete meses antes. Los retrasos acompañarán desde entonces a las obras de la parroquia, que acogerá su primera Eucaristía nada menos que el 30 de enero de 1916.

