La edición del Mercurio Histórico y Político correspondiente a agosto de 1779 recoge, en su página 83, el nombramiento por el Rey Carlos III del nuevo «alcalde mayor» de Castellón de la Plana. La vara de mando recae sobre el letrado aragonés Pedro Azcutia Ligrós de Valero, hijo de la localidad turolense de Alobras.

El historiador Rafael Cerro Nargánez, de la Universitat de Barcelona, al dar cuenta del nombramiento del propio Azcutia como alcalde de Vilafranca del Penedés en este texto, explica que a su paso por Castellón, el aragonés «tuvo serios altercados con su corregidor -coronel Nicolás del Río– a quien culpaba del lamentable estado en que se encontraba el partido».

Por otra parte, precisamente del mismo año 1779 data otra de las pocas noticias que se conservan de Azcutia, con un papel principal en un pleito por el mantenimiento de derechos colectivos de uso de la Dehesa de la Vallivana, uno de los terrenos comunales de mayor extensión de la Bailia de Morella, según recoge en este artículo el profesor Vicent Sanz, de la Universitat Jaume I.