A los 17 años de la inauguración del nuevo y flamante instituto de la avenida del Rey don Jaime (desde 1934, IES Francisco Ribalta), Heraldo de Castellón anuncia la noticia de la aprobación por el Consejo de Ministros del derribo del viejo instituto de la calle Mayor, que ocupa el solar de la actual plaza Santa Clara. El diario transcribe un telegrama enviado por los diputados en Cortes Fernando Gasset Lacasaña y José Morelló del Pozo, ambos del Partido Republicano Radical, a su correligionario alcalde Vicente Tirado Gimeno, abuelo a su vez del futuro alcalde Antonio J. Tirado Jiménez.
Y la Gaceta de Madrid (el BOE de la época) recogerá nueve días después el decreto del Ministerio de Hacienda, en el que «se autoriza al Ayuntamiento» para derribar «por su cuenta» el edificio, «por su estado ruinoso». Sin embargo, añade que la operación se autoriza «con la finalidad de que el Estado, con aportaciones económicas de la Diputación y Ayuntamiento de Castellón, se construya en el solar resultante un edificio de nueva planta para Escuela Normal y Graduadas anejas, quedando excluida del derribo la iglesia». Dicha construcción nunca se llevará a término.
Más allá de ese detalle, cabe constatar que el paso del papel a la realidad a veces es más costoso de lo inicialmente previsto. El 9 de abril del año siguiente, 1935, el propio Heraldo se lamenta porque no se haya completado satisfactoriamente el derribo y desescombro del antiguo centro, cuyo estado genera incluso problemas de seguridad para los niños que juegan entre sus ruinas.



