En un año marcado por las protestas obreras en Barcelona, con la huelga de La Canadiense en la memoria del público, El Clamor protesta de este modo desde Castellón, mediado septiembre de 1919, por «lo que viene ocurriendo estos días en la línea del Norte». Así, señala los perjuicios causados por la compañía ferroviaria a los «muchos» castellonenses «que regresan a la ciudad condal para reintegrarse a las fábricas y talleres». Para el periódico, «la forma de tratar al viajero llamado de tercera es de las que no tienen nombre», aunque no muestra extrañeza por ello: «son estas cosas de España».
Cero Cuarenta 