Los actos centrales de las fiestas «seixenales» en honor de la Virgen de Vallivana, celebrados el domingo 26 de agosto de 1934, son el centro de esta noticia publicada por Diario de Castellón dos días después. La entrada con la procesión de las antorchas, la novillada y la liturgia religiosa -con la presencia del obispo de Tortosa, Félix Bilbao– protagonizan la noticia, en la que se destaca la «distinguida y numerosa concurrencia» a los festejos.
De acuerdo con la crónica, «durante la mañana del domingo continuaron llegando en autobuses y automóviles particulares, gran número de forasteros para presenciar los festejos, calculándose en más de cinco mil los procedentes de Castellón, Benicasim, Vinaroz, Tortosa y otras poblaciones, que realizaron el viaje en unos 200 automóviles y autobuses».

