755 lámparas eléctricas y otras 50 «de potencia extraordinaria que solo arden media noche» constituyen el alumbrado público de Castellón en el verano de 1919, según este particular balance que publica El Clamor a finales de agosto.

Curiosamente, apenas dos meses antes, el 27 de junio, el mismo periódico había cifrado en 50 las lámparas de gas en funcionamiento, lo que completa está peculiar estadística:

El crecimiento de la capital, que cuenta en torno a 34.000 habitantes, es evidente en las últimas décadas. En 1833, «400 faroles de aceite» constituyeron el primer alumbrado de la ciudad, según la detalladísima explicación que daría el 23 de febrero de 1916 en Heraldo de Castellón el cronista Carlos Llinás.
