Varias semanas después de la conocida como Semana Trágica de Barcelona, que deja varias decenas de muertos, El Clamor realiza un balance de los «heridos en los sucesos» de la ciudad condal, por lo que se refiere a vecinos de la provincia de Castellón: siete de la capital, uno de Peñíscola, dos de Vinaròs y Pavías, otro de Coves de Vinromà y dos más de Benicarló, en total una quincena de «individuos» afectados. El periódico republicano se excusa por no poder aportar sus identidades, dado que la propia prensa catalana tampoco los aporta.
Lo que había comenzado como una huelga contra el llamamiento de reservistas para ir a luchar a la Guerra del Rif se convirtió en una importante rebelión popular de graves consecuencias.

