Ayer como hoy, el mes de julio es época de fichajes por parte de los clubes de fútbol, que también negocian las correspondientes renovaciones de los jugadores de sus plantillas. En el verano de 1929, Heraldo de Castellón se hace eco de este modo de lo que llama «ficherías» del CD Castellón, entre ellas las de dos jugadores míticos de los primeros años del equipo albinegro: por un lado, el portero Pepe Alanga y por el otro, el medio centro Francisco Guillén.
Cero Cuarenta 