Los lectores de prensa local de 1904 no encuentran en sus periódicos fotografías de las noticias más próximas, ni tampoco de los sucesos de alcance nacional. Seguramente por ello, la publicación de una imagen sobre un acontecimiento registrado en la ciudad se convierte en sí misma en objeto de reseña, como muestra este ejemplo aparecido en Heraldo de Castellón el 10 de junio de 1904:
Casi un mes después de celebrarse una becerrada benéfica en la plaza de toros de Castellón, la edición del 9 de junio el semanario taurino ilustrado Sol y Sombra (ver aquí completa) recoge una breve crónica de la misma -firmada por A.Y.- acompañada de un «fotograbado» en el que se ve la plaza llena «hasta el tejado» y con «abundante y brillantísima representación del mujerío castellonense».


