Siete años antes de la inauguración del camino-paseo que uniría la ciudad y el Santuario de la Mare de Déu del Lledó, El Liberal anunciaba el fin de los trabajos de medición «de la proyectada carretera». Así, se cifraba en 1.475 metros los que distaban desde el Toll (actual plaza de María Agustina) hasta el «segundo arco del pórtico» del ermitorio. Asimismo, se cifraba en 15 metros el ancho del futuro vial.
Sin embargo, aún quedaba mucho camino por recorrer al proyecto. En noviembre de 1899 aún había algún miembro de la junta encargada de su construcción que no tenía fe en su terminación: «ni se hace ni se hará».

