El 21 de marzo de 1984, Mediterráneo abría su portada con la noticia del cierre de la «vieja cárcel» de la Ronda Magdalena, tras el traslado de «cerca de ciento treinta reclusos» al nuevo centro penitenciario construido por el Ministerio de Justicia en la carretera de Alcora, sobre terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Castellón. El salto cualitativo, según el diario, era «como pasar de una pensión de ínfima categoría a un hotel de lujo», aunque «una cárcel siempre es una cárcel», como se apresuraba a aclarar el rotativo.

El traslado de los presos se inició a las 8.30 h y concluyó poco después del mediodía. Concluían así 86 años de historia del recinto penitenciario, abierto en 1898.

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