Diario de Castellón daba cuenta, tal día como hoy de 1929, de las «prácticas» de «reverencias» que tenían lugar en aquellos días en el salón de plenos del Ayuntamiento de Castellón. Las protagonistas eran «las distinguidas y simpáticas jovencitas de esta capital» designadas para representar a ‘las tres Marías’ en la procesión de penitentes del tercer domingo de Cuaresma, al final del día de la Romería a la Magdalena.
Como manda la tradición, ayer y hoy, sobre las siete de la tarde, cofrades de la Purísima Sangre, junto con el Colegio Apostólico, salen para encontrarse con los romeros que provienen de la Magdalena. A la altura del Forn del Pla se produce el encuentro. En ese momento se produce el acto de les ‘Tres Caigudes’, ceremonia de veneración de la cruz en el que estas ‘tres Marías’ (la madre de Jesús, María la de Cleofás y María Magdalena), junto con el niño que representa la figura de San Juan, inclinan tres veces la cabeza y efectúan tres genuflexiones ante la imagen del Crucificado, talla del escultor Juan Bautista Adsuara (más detalles aquí, en la web de la Cofradía de la Purísima Sangre).

