
Los preparativos de una fugaz visita del presidente del Gobierno y dictador entre 1923 y 1930, Miguel Primo de Rivera, llamaban la atención de la prensa castellonense tal día como hoy de 1929. Así, La Provincia Nueva anunciaba el martes 15 de enero los preparativos para el paso, dos días después, del dirigente por la estación de Castellón, de viaje entre Valencia y Barcelona. Asimismo, el alcalde Manuel Lillo hacía un llamamiento a los castellonenses para agradecer al marqués de Estella su papel como «hombre excepcional que ha salvado al país de una total y segura ruina».
Tres días después, el viernes 18, el mismo periódico recogía el balance de la breve estancia del dictador en la estación ferroviaria de la capital de la Plana, haciéndose eco de sus palabras «desde el breac» (break, vagón reservado a personalidades) y de su promesa de volver a Castellón «con calma» con la intención de «volver a pasear». Además, se informaba de cómo había sido cumplimentado por las instituciones y escuchado peticiones de «comisiones» llegadas de Onda, Ribesalbes, Betxí, Borriol y l’Alcora, entre otras poblaciones. Primo de Rivera dimitiría ante el rey Alfonso XIII el 28 de enero de 1930 y fallecería tan solo mes y medio después.

